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Cultura de Castilla y León
Cultura de Castilla y León
23 de junio de 2016
31 de diciembre de 2016
De martes a sábado, de 10:30 a 14:00 y de 17:00 a 19:00 hrs. Domingos, de 10:30 a 14:00 hrs.
Todos los públicos.
General: 1,50 €. Reducida: 1 €. Gratuita (consultar condiciones)
Exposición
Museo Rodera Robles
Museo Rodera-Robles
Casa del Hidalgo. C/ San Agustín s/n.. C.P.: 40001 Segovia.
921 460207
Correo electrónico (pulse para verlo)
Este año se cumple el centenario de la Coronación Canónica de la Imagen de la Virgen de la Fuencisla, patrona de Segovia y el Museo Rodera-Robles ha querido sumarse a las celebraciones con la exposición que exhibe actualmente en su sede de la Casa del Hidalgo, en pleno corazón del casco antiguo de Segovia, ”Fuencisla, devoción de un pueblo”.
La muestra, coordinada por Juan José Bueno Maroto, Juan Ignacio Davía Sanjosé y Juan Pedro Velasco Sayago, podrá visitarse hasta finales de año y recoge, en una suerte de libro mural, la relevancia que la devoción a la patrona ha tenido en las calles de Segovia a lo largo del siglo XX.
El acto de la Coronación Canónica fue todo un acontecimiento del que se conservan documentos gráficos, con Juegos florales (un concurso de poesía) y la recreación de la Coronación de Isabel la Católica, mediante una bien dirigida cabalgata histórica, actividades culturales que acompañaron el momento espiritual.
La devoción a la Virgen de la Fuencisla probablemente tuvo su origen en los momentos de la repoblación de la ciudad de Segovia, es decir en las últimas décadas del siglo XI, momento en que se asienta una población que se agrupa en torno a las iglesias parroquiales que van completando el espacio en el que, desde entonces, en las riberas del Eresma y del Clamores o sobre la roca que separa ambos ríos, ha vivido el discurrir de los siglos hasta hoy.
A lo largo de los siglos, la Virgen de la Fuencisla ha sido una de las señas identificadoras de la espiritualidad de los segovianos, y su protagonismo en la ciudad ha sido recurrente: en las prolongadas sequías; en las diferentes guerras que afectaban de un modo u otro al pueblo de Segovia; en sucesos que requerían la plegaria común de los habitantes, concitando una veneración tal que fue proclamada Patrona de la Ciudad de Segovia y su Tierra. Y esa protección espiritual se vio compensada por la construcción de un santuario al que los gremios de distintos oficios y los devotos particulares se ocuparon de dotar de retablos, rejas, ornamentos y ricos mantos para la imagen.
En 1916, la intensidad de la devoción llegó a tal punto de fervor que la Iglesia procedió a la Coronación Canónica de la Imagen, en un acto público y solemne que tuvo lugar en la Plaza Mayor de Segovia en presencia de la infanta Isabel, “La Chata” que tantas simpatías atesoraba en esta ciudad. Fue un momento muy especial a juzgar por la muchedumbre que se concentró en el lugar, algo previsto por la municipalidad que incluso había desmontado el kiosco de la música para facilitar la contemplación del acto.