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Exposición: "Manuel Gómez Zía (Manolo Peregrino)

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Fecha de inicio:

20 de septiembre de 2017

Fecha de finalización:

15 de diciembre de 2017

Hora de inicio:

De martes a sábado, de 10:30 a 14:00 y de 17:00 a 19:00 hrs. Domingos, de 10:30 a 14:00 hrs. (Abierto los días 23, 24 (mañana), 27, 28, 29, 30, 31 (mañana) de diciembre y el 3, 4, 5, 6 de enero.)

Colectivo destinatario:

Todos los públicos.

Precio:

General: 1,50 €. Reducida: 1 €.

Tipo de evento:

Exposición

Entidad organizadora:

Museo Rodera Robles

Lugar de celebración:

Museo Rodera-Robles

Casa del Hidalgo. C/ San Agustín s/n.. C.P.: 40001 Segovia.

921 460207

Correo electrónico (pulse para verlo)

http://www.rodera-robles.org/elmuseo.htm

Descripción:

El Museo Rodera-Robles trae en esta ocasión a sus salas de la Casa del Hidalgo una nueva exposición temporal dedicada al trabajo de Manuel Gómez Zía, ‘Manolo Peregrino’. Nacido en Madrid en 1951, fallecía repentinamente el último día de mayo del año 2015, y esta exposición quiere ser un homenaje a su trabajo y a su persona.

Según subrayan en el catálogo de la muestra sus amigos Diego Conte, Ignacio Sanz y Prado Villanueva, “como ceramista era impecable. Su obra ha quedado repartida en muchas partes del mundo, pero resulta fácilmente rastreable en los rótulos callejeros de Sepúlveda, La Granja de San Ildefonso y Segovia, ya que campean en las fachadas de sus edificios”.

‘Manolo Peregrino’, además de ceramista y dibujante, fue ilustrador de libros, grabador, cartelista, editor, escultor y pintor. Llegó incluso a hacer algún esgrafiado ocasional en Segovia, en el que dejó reflejado el rostro de los propietarios de la casa, así como la del arquitecto y la suya.

Pero, por encima de todo, Manolo era un tipo singular y luminoso, un sabio a quien la vida le había zurrado sin clemencia en la infancia madrileña. Huérfano de padre desde niño, comenzó a trabajar con doce años pintando muebles “antiguos”, imitando los dibujos de las distintas dinastías en las que los chinos dividen su historia. De manera que también era experto en dinastías chinas.

Dos años después de su desaparición, los amigos que tuvieron el privilegio de trabajar a su lado, compartiendo alguna de sus devociones y disfrutando de su talante y sabiduría, han querido hacerle un homenaje a través de esta exposición que recoge tan sólo una muestra mínima de su quehacer artístico.

Aclaran que no es esta una exposición antológica –algo que esperan se pueda hacer en un futuro próximo- “sino una simple muestra representativa de todos los palos que tocaba Manolo como artista, armada con las con las obras que conservan sus allegados”.

*Más información en el archivo adjunto